Pura Vicario golpea a su hija.
Estamos
ante un fragmento de la obra Crónica de una muerte anunciada, cuyo autor fue Gabriel García Márquez, nacido
en Colombia en 1928. Este escritor pertenece al grupo de narradores que
impulsaron la narrativa hispanoamericana en los años sesenta y, sin duda, es la
figura más representativa de lo que se ha venido a llamar “Realismo mágico”,
cuya finalidad no es suscitar emociones sino más bien expresarlas. Destacamos
la obtención del premio Nobel de Literatura en 1982.
El autor
consigue hibridar aspectos periodísticos y literarios para formar su novela.
Una novela literaria inspirada en la crónica periodística caracterizada por la
ambigüedad y el tratamiento de lo cotidiano frente a lo extraordinario y
novedoso, que hace que se aproxime a la novela policíaca.
La
observación, es decir, la polifonía de testigos es una de los recursos periodísticos
más importantes que el autor utiliza en la obra.
En
Crónica de una muerte anunciada se relata el homicidio de
un joven (Santiago Nasar), en un pequeño pueblo donde todas las personas, de
una manera u otra se enteraron del crimen que se iba a cometer aquel día. Pero
Santiago no logró enterarse a tiempo.
El narrador predominante, que es
el mismo García Márquez, desempeña
diferentes focalizaciones: una de ellas es el Narrador testigo con focalización
externa en tercera persona (recopila información de los hechos, a través de su
trabajo como periodista, y la cuenta desde el punto de vista de los personajes
objetivamente), por otra parte es narrador protagonista con focalización
interna en primera persona (cuenta lo que le vio con sus ojos y no recopilando
información ya que de esta forma se puede decir que él estuvo presente en esa
historia o relato; era gran amigo del asesinado). A su vez se evidencia la
existencia de un narrador omnisciente en distintas partes del relato, capaz de
describir pensamiento, aunque no es abundante. Los personajes que
aparecen en la obra se convierten en
víctimas de un destino fatal y, al igual que en las tragedias clásicas, no
pueden dominar las pasiones que los arrebatan.
El fragmento presentado pertenece
a la segunda parte de la obra, de las cinco que la forman. En él predomina la
modalidad descriptiva e incluso la dialogal, donde se narra el pasaje de la
deshonra de Ángela Vicario y la condena del pobre Nasar. Intervienen Bayardo San Román, Ángela Vicario, su madre Pura, los dos hermanos que
fueron los ejecutores del crimen y el recadero. Es el momento del inicio de
la trama.
Es en la casa de los Vicarios
donde se da este suceso. Pero a lo largo de la obra, la cantidad de escenarios y
los saltos temporales forman una estructura compleja, un rompecabezas complejo
que no se resuelve del todo, ya que no se recogen datos suficientes. Esta
incertidumbre acompaña al lector hasta el final.
La intención del autor en la obra es realizar
una recopilación de verdades parciales de múltiples puntos de vista
(consecuencia de un relativismo moral) para alcanzar una verdad más absoluta y
general. Todo ello a partir de temas como el destino, la religión y su
influencia, la honra,...
A través de la novela, el autor
hace una crítica, de alguna forma, a los valores que rodeaban a la sociedad del
Caribe, a mitad del siglo XX.
Mayoritariamente el estilo directo
es utilizado por el autor a lo largo de la obra para describir cada punto de
vista de los personajes, con palabras textuales. La digresión narrativa se acentúa con las densas
descripciones espaciales. En el texto que se nos presenta, la respuesta
violenta de la madre de Ángela es uno de los ejemplos de la sociedad de la
época que el autor nos muestra a través de duras palabras que potencian esa
violencia. Es imprescindible hacer referencia a la función expresiva y poética
con la que se describen la mayoría de los sucesos, un ejemplo es la hipérbole
(“Lo único que
recuerdo es que me sostenía por el pelo con una mano y me golpeaba con la otra
con tanta rabia que pensé que me iba a matar”) de este fragmento y
alegorías (“Lo
buscó en las tinieblas, lo encontró a primera vista entre los tantos y tantos
nombres confundibles de este mundo y del otro, y lo dejó clavado en la pared
con su dardo certero, como a una mariposa sin albedrío cuya sentencia estaba
escrita desde siempre”) que embellecen, y que garantizan la prosa
poética.
El tono
irónico de las descripciones, la sintaxis clara y precisa, la fusión de
registros cultos y coloquiales, el gusto por los detalles y la variedad de un
ritmo narrativo dinámico logran el propósito del autor:
dotar de verosimilitud lo que resulta increíble.
El tema que tiñe la segunda parte de la obra es la
promiscuidad de Ángela, en aquella época era un pecado grave. Las formas de
castigo llevadas a cabo a manos de su madre, autoritaria e inflexible, captan la atención del lector y
encienden su capacidad para reflexionar. El primer punto que debemos tratar es
el momento histórico. La vida de 1950 no es la del siglo XXI aunque solo hayan
pasado cincuenta años. Las mentes de entonces nacían y morían con unos
principios inamovibles. ¿Causa? La principal causa en mi opinión, es la ausencia
de racionalidad y avances tecnológicos en aquel pueblo poco desarrollado. Actualmente nos
podemos preguntar el por qué de las cosas y rechazar los pensamientos que no
nos parecen bien. Hace medio siglo reinaba una sociedad religiosa y
conservadora que castigaba a las anomalías.
Desde la existencia del ser humano, las creencias
han sido muy importantes para seguir adelante como un apoyo existencial; lo
que no he entendido nunca, y nadie me ha sabido responder, es por qué la
iglesia se ha transformado en algo tan poderoso.
La libertad de la persona en aquel entonces
estaba muy limitada y se producían acciones domésticas violentas del tipo que
relata el fragmento.
El lenguaje del escritor empleado es tan
preciso que nos ayuda a descodificar el mensaje e imaginarnos gráficamente en
el contexto.
Extrapolando la violencia de Pura Vicario a la
actualidad, una acción como la descrita es imperdonable. Cualquiera debe
denunciarla. Las personas de hoy en día son más conscientes de las libertades y
derechos fundamentales, sobre todo las nuevas generaciones.
En definitiva, Crónica de una muerte anunciada
es una obra muy representativa del movimiento literario del Realismo mágico,
que trata de muchos temas socio-culturales que dan pie a crítica, lo que
convierte la obra en aún más llamativa. Su interés radica
en sus innovaciones narrativas (suspense, crónica periodística) , en exponer
los condicionantes que marcan la existencia del ser humano, y en la posible
actuación del destino y las casualidades en la vida cotidiana.